Margareth Voelger
mayo 20, 2018
30 de diciembre del 2017
El viaje de San Cristóbal hasta
Maracay duro aproximadamente 15 horas por problemas técnicos del autobús, sin
embargo llegamos sanos y salvos a nuestros destinos, reconozco que los venezolanos tenemos un don
especial (el buen humor) característico de cualquier zona del país, este fue el secreto que mantuvo a las persona
alimentadas en todo el viaje.
Al llegar a la ciudad de Maracay, ubicada en el estado Aragua, me recibió
la persona que tanto deseo ver todos los días, por lo tanto compartir con esa
persona siempre será una bendición, caminamos un largo estrecho el cual
disfrute mucho por las características geográficas que posee la ciudad de
Maracay, se extiende mayormente por la planicie oriental del lago de Valencia,
con una altitud promedio de 445 msnm; al Norte la ciudad limita con el borde
Sur del Parque Nacional Henri Pittier, ubicado en la cordillera de la costa, es
una grata experiencia observar tan majestuosa montaña, el clima de la ciudad
mayormente es tropical no pasa de los entre 24 ° C y 25 °
C.
Se caracteriza por
ser la ciudad Jardín de Venezuela, pues su vegetación está compuesta por
arboles de abundante follaje, como lo son los arboles Ceiba (Ceiba pentadra), Apamate (Tabebuia rosea), Araguaney (Tabebuia chrysantha) y el Samán (Samanea saman), este árbol representa en
árbol emblemático del estado Aragua, está abundancia de flora en la ciudad hace
de Maracay la convierte en un pulmón vegetal, los beneficios maderables de esta localidad suelen ser
altos y poco conocidos por sus habitantes.
En el transcurso de
la caminata, observamos la diversa fauna que hacen vida entre las calles de
Maracay, en su mayoría compuesta por la aves, que complementan la abundante
vegetación con su canto y vistosidad, se observo la garza bueyera Bulbucus
ibis (Linnaeus 1758), la samurita Mesembrinibis cayennensi (Peters 1930), se escuchó cantar por todas partes al pájaro Cristo fue
Pitangus sulphuratus (Linnaeus 1766),
conjuntamente a la guacamaya verde Ara
militaris (Linneaus 1766), esta son algunas de las especies que logramos
observar e identificar a simple vista.
8:30 pm… mientras compartimos entre familia, nos llamaron para ir al Fundo
el Trébol, ubicado por las cercanías de Boca de Aroa estado Falcón, pasaban por
nosotros en 30 minutos y no teníamos nada listo, sin embargo logramos alistar todo lo que necesitábamos en el tiempo
adecuado.
9:00 pm salía a Fundo el Trébol.
La primera parada fue en el municipio Puerto Cabello del estado Carabobo, donde llegamos a un pueblo llamado Borburata
ubicado a pocos kilómetros del puerto de Puerto Cabello, este pueblo es
conocido por sus fiestas religiosas y a su vez por la cercanía al Parque
Nacional San Esteban y la diversidad de ecosistemas que se encuentran alrededor
de él, como lo son las playas, los manglares, los corales y la selva nublada
que compone parte del pueblo.
Un aprendizaje significativo fue conocer que Borbuata tuvo una función
primordial en la época colonial, ya que no existía la ciudad de Puerto Cabello
y era el lugar donde desembarcaban las grandes embarcaciones Europeas, dando
pie a la colonización en Venezuela.
31 de diciembre del 2017
Salimos del pueblo Borburata aproximadamente a las 6:30 am, realizamos unas
paradas técnicas y seguimos camino hacia Boca de Aroa, esta localidad se
encuentra en el municipio José Laurencio Silvia, en el estado Falcón, es
conocida por las playas que se localizan a orilla de la carretera y su
formaciones siempreverdes como lo son los Bosques de Palmas que se encuentran
en la actualidad en peligro crítico (Libro rojo de ecosistemas).
Camino hacia Boca de Aora. Playas.
Camino hacia Boca de Aroa. Bosque de Palma.
Al pasar aproximadamente dos horas
en camino, llegamos a la casa de un amigo, compartimos un rato ameno con su
atención y exploramos los alrededores de su casa, donde cultivaba
tranquilamente sus alimentos, tuve la oportunidad de observar una variedad de
flores de Cayenas Hibicus rosa sinensis
( Linneaus 1753), muy llamativa y poco comunes.
Flor de Cayena.
Al culminar la grata visita, avanzamos hacia la entrada del Fundo donde logramos recargar agua dulce, encontramos una pequeña ranas que no logramos identificar ni fotografías por falta de tiempo ,se dentro del tanque donde recargamos agua, lo que me indicaba que el agua con la cual íbamos a llenar nuestro embaces se encontraba en buen estado; es importante destacar que los anfibios cumplen la labor de ser medidores ambientales, gracias a sus característica morfológicas, entre ella la respiración cutánea.
Al hidratarnos y llenar los envases de agua y dejar resguardado el vehículo, empezamos a caminar hacia El Fundo el Trébol, para poder llegar tuvimos que cruzar un caño crecido, por medio de dos troncos que se encontraban a lo largo del caño, puedo decir que fue una experiencia muy divertida y algo extrema ya que teníamos el conocimiento aproximado de la profundidad del caño.
En cuanto llegamos al lugar de campamento procedimos a instalar las carpas
a su vez salimos a buscar la leña necesaria para el día y la noche, en ese transcurso
encontramos una planaría que es un pequeño invertebrado perteneciente al
phylum: Platyhelminthes, a su vez observamos algunas huellas de mamíferos y
recolectamos la leña suficiente.
Planaria In situ.
Eran las 8:00 pm fuimos a observar anfibios en los charcos que se encontraban en la cercanía del lugar de campamento, encontramos 4 especies de anfibios en un pequeño charco de agua, entre ellos, el sapo común Rhinella marina, el sapito lipón Pleurodema brachyops (Cope 1869), la ranita amarilla Dendrosophus microcephalus (Cope 1886) y la rana tungara Engystomops pustulosus (Lynch 1970), escuchamos cantar a la rana platanera Bona xerophyla (Duméril & Bibron, 1841).
Rana Amarilla. Dendrosophus microcephalus (Cope 1886)
Apis mellifera (Linneaus 1758) .
Anthanassa drusilla halli (C. & R. Felder.1861).
Danaus gilippus xanthippus (C. & R. Felder. 1860).
Ya listo para partir y dejar el fundo volvimos a atravesar el caño, esta vez un poco
más crecido que antes, sin embargo aún logramos cruzarlo, al observar que la lluvia
había sido fuerte teníamos el temor de que la carretera estuviera en peores
condiciones, lamentablemente así fue, por lo tanto nos tocó aventurarnos por
otra vía.
Carretera hacia Boca de Aroa.
Camino hacia Yaracuy.
Desde lo más simple nace la belleza, en el camino logramos observar bandadas
de garzas buyeras, posando en un árbol, más adelante una población significativa
de hicoteas Trachemys callirostris chichiriviche , aprovechando los rayos de sol en un tronco, observamos aves rapaces, (cuello rojo), para
luego en el camino toparnos con Bosques
de Palmas y Sabanas Inundables, donde se
observaba juguetear entre palmeras a las ardilla cola roja Sciurus sp, la vía nos llevó a Yaracuy, donde nos
encaminamos nuevamente a la ciudad de Maracay.
Barza bueyera Bulbucus ibis. (Linnaeus 1758).
Foto: Ely David Gómez Fonseca.
Hicoteas. Trachemys callirostris chichiriviche.
Foto: Ely David Gómez Fonseca.
Bosque de Palma. Camino hacia Yaracuy.
Río crecido a mano derecha vía a Yaracuy.
Cephalotes atratus. In situ.
En modo de agradecimiento a Ely David Gómez Fonseca por el apoyo que ha brindando en el transcurso de la creación de este blog y por las fotos que puso a disposición, @Biogomezed